COMO HACER UN VIAJE ASTRAL - EL PODER INTERIOR

Respecto a este tema se encuentra escrita demasiada información, sin embargo, lo que hoy pienso compartir por este medio no tiene nada que ver con la experiencia de otras personas, sino que obedece exclusivamente a mis propias vivencias, dado que desde hace más de 15 años he aprendido a dominar la técnica del viaje astral y si bien no me considero un maestro en el tema, creo que poseo un amplio conocimiento basado plenamente en la práctica y muy poco en la teoría.

El ser humano posee una energía interior que lo anima, que le da la vida, el sustento y a esa energía se le ha dado el nombre de alma, espíritu, ki, etc, etc. Prácticamente cada cultura alrededor del mundo le ha dado un nombre a esa esencia de vida que nos mueve y sin la cual nos convertimos tan solo en un “saco de carne y huesos”.

Cada noche cuando vamos a dormir, casi la totalidad de esa energía sale del cuerpo y va a lugares que no conocemos, a recargarse de energía nuevamente, pero esto es algo que sucede sin nuestra presencia, sin nuestro consentimiento y esto es así porque vivimos en un estado natural de sueño en el que no nos damos cuenta de nada de lo que ocurre en nuestro interior. Cuando logramos tomar consciencia de este suceso, entonces es cuando podemos realizar un viaje astral en donde nosotros podemos decidir a dónde queremos ir y en donde queremos estar.

Dicho de otra forma, un viaje astral no es nada más que la salida consciente de nuestro cuerpo, de eso que llamamos alma, espíritu, etc., lo que significa que en ese estado tenemos plena consciencia de lo que está sucediendo a nuestro alrededor sin la intervención de nuestra imaginación. En otras palabras, todo lo que nos ocurre en el viaje astral ocurre en nuestra propia realidad bien sea en este mismo plano dimensional o en otros planos dimensionales diferentes que están presentes en este mismo espacio, pero sin que nos podamos percatar de su existencia.

Sin embargo, no toda la energía que sostiene nuestra vida sale por completo de nuestro cuerpo. Si eso sucediera sencillamente moriríamos. Una pequeña parte de esta energía permanece en nuestro interior sustentando la vida física.

Por otra parte, se han creado muchos mitos alrededor del viaje astral, los cuales son equivocados en su mayoría ya que obedecen a creencias que no tienen nada que ver con la realidad, fomentadas en la mayoría de las ocasiones por personas que nunca en su vida han vivido esta experiencia pero que por alguna extraña circunstancia, prefieren hacerle creer a las demás personas que tienen conocimientos sobre un tema que en realidad desconocen por completo.

Algunas de las cosas que se pueden leer por aquí y por allá respecto a los viajes astrales y que por lo general desinforman y asustan a quienes comienzan esta práctica, son las siguientes:

- Si hago un viaje astral y salgo del cuerpo, puedo morir. Falso. El cuerpo físico y el alma están unidos desde que nacemos hasta el día en que debemos partir de este mundo y es una conexión que solo se puede romper con la muerte, luego no existe el riesgo de que uno no pueda regresar de nuevo a su cuerpo. Si muero durante un viaje astral es porque sencillamente ese era el momento de mi muerte y no porque la misma haya sido provocada por el viaje astral.

- Si hago un viaje astral y salgo del cuerpo puedo perderme en esa otra dimensión. Falso. Por una parte, el viaje astral se puede hacer en otras dimensiones, pero también se puede hacer en esta dimensión. Respecto al hecho de poder perderse debo decir que es casi imposible por que como ya lo mencioné, existe un vínculo tan poderoso entre el alma y el cuerpo, que el alma siempre regresa a su envase original que es el cuerpo físico.

- Los viajes astrales van en contra de Dios y son demoníacos. Falso. Si tenemos en cuenta que todas las cosas que vemos e incluso las que no vemos han sido creadas por aquello que llamamos “Dios”, entonces podemos deducir que no existe aquello de que los viajes astrales sean cosa “del demonio”. Respecto a este punto solo puedo decir que existe una cierta ignorancia fomentada por la religión misma que tiñe de pecaminoso absolutamente todo. Un viaje astral es, por el contrario, la mejor manera de acercarse a eso que llamamos Dios, de acercarse a la divinidad, al todo, al absoluto, ya que en ese estado no estamos sujetos a las ataduras de la carne y del cuerpo corruptible.

- Si hago un viaje astral puedo ser tomado por alguna entidad que quiera apoderarse de mi cuerpo. Falso. Esta es tal vez una de las creencias más arraigadas que existen y es tal vez la creencia que más ha impedido que las personas se acerquen a experimentar lo que es un viaje astral. Para hacer un viaje astral, se deben efectuar una serie de pasos que describiré más adelante y que si son hechos correctamente impedirán que puedas correr alguna clase de riesgo.

- El viaje astral no es nada más que un sueño. Falso. Existe una enorme diferencia entre un viaje astral y un sueño. En un viaje astral se puede estar en este plano físico y en el plano de los sueños de igual forma, pero en un sueño tan solo se puede estar en el plano de los sueños, luego no se puede comparar un viaje astral con un sueño.

Entendido y aclarado lo anterior, procedo a explicar los pasos que - en la medida de lo posible - deben seguirse para poder realizar un viaje astral.

- Haz tu viaje astral preferiblemente en las noches cuando estés dispuesto a irte a dormir. 

- Debes tener el deseo de dormir, pero manteniendo la capacidad de estar concentrado. Si estás muy agotado es preferible postergar el intento para otra ocasión.

- Acuéstate en tu cama, con ropa cómoda de dormir. Darse un baño antes y tener el cuerpo limpio es muy recomendable.

- Cierra tus ojos, relaja tu cuerpo, relaja tu respiración, respira profundo y lentamente.

- Aquieta tu mente, tus pensamientos. No dejes que nada te distraiga, no corras detrás de tus pensamientos. No te vayas con tu mente pensando en los problemas del día a día o en el programa de televisión que te gusta o en la canción que acabaste de escuchar. Suelta todos esos pensamientos y enfócate tan solo en este preciso instante que es lo único que realmente importa.

- Inhala profundamente y muy despacio y al exhalar intenta soltar cada vez más y más las tensiones en tu cuerpo.

- Con los ojos cerrados, imagina que una luz muy blanca, tan blanca como la nieve, comienza a envolver todo tu cuerpo desde la cabeza a los pies y desde los pies a la cabeza. Imagina todas tus partes siendo envueltas por esa luz. No agregues nada más con tu imaginación, no utilices palabras para describir lo que sucede. Esta parte es de vital importancia y si sabes hacerla correctamente es casi seguro que podrás hacer un viaje astral de una forma completamente segura para ti.

- Concéntrate tan solo en tu respiración y en la luz blanca que te envuelve. Si te concentras lo suficiente comenzará a suceder que la luz blanca dejará de ser algo de tu imaginación y pasará a ser algo físico que puedes sentir vibrando por todo tu cuerpo. Sentirás la luz como una sensación de electricidad recorriendo todo tu cuerpo.

- Relaja aún más tu cuerpo, siente que ya no hay peso físico, que nada te ata a este mundo material. Suéltate y déjate llevar.

- Siente que comienzas a entrar en un túnel de mil colores en donde viajas a una velocidad impresionante. No te asustes, relájate y nada malo podrá sucederte. Disfruta el viaje.

- Cuando hayas llegado a ese estado, saldrás del túnel y te darás cuenta que estás en un lugar que no es el sitio donde está tu cuerpo físico, aunque bien puedes ver a tu cuerpo físico acostado en el lugar en donde este se ha quedado, teniendo plena consciencia respecto a que tu cuerpo físico está completamente separado de esa energía, de esa esencia que te anima y que te da la vida. Es entonces la consciencia de esas dos situaciones la que te hará saber que estás en medio de un viaje astral.

Si has hecho todo correctamente, felicitaciones, habrás entrado en otro espacio, en otra dimensión y podrás viajar a lugares que no sabías que existían. Podrás aprender cosas que no sabías, hablar con seres que están más allá de nuestra realidad, viajar a otros mundos, recorrer este mundo, visitar a personas que conoces pero que no sabrán que tú estás con ellos, visitar sitios a donde siempre has querido ir y no has podido, etc.

Como ves, el universo de posibilidades de lo que se puede hacer en medio de un viaje astral es infinito y está sujeto tan solo a tu ética y tu moral. Respecto a esto, quiero hacer una advertencia; si usas este don para el mal, entonces cosas malas podrán comenzar a manifestarse en tu vida material sin que sepas muy bien por qué. Existen ciertas reglas para quienes practican los viajes astrales que no deben ser violadas y una de ellas – tal vez la más importante – es la de no usar este conocimiento para infringirle mal a otros o para intentar modificar la vida de otros. Si rompes esta ley, entonces deberás afrontar las consecuencias de tus actos.

Un viajero astral es tan solo un observador que busca ir cada vez más alto como persona, como ser humano y no tiene la potestad de alterar nada de lo que llegue a ver durante sus viajes y esto implica una enorme responsabilidad y un enorme respeto hacia todo aquello con lo que se pueda llegar a tener contacto mientras se está en ese nuevo estado de conciencia.

Por último, debo mencionar que no todas las personas logran con facilidad realizar un viaje astral, ya que para ello se debe llevar la mente a un estado de sincronía que muchas veces nos es difícil de alcanzar ya que dicho eso estado de sincronía se alcanza por lo general luego de una ardua, intensa e incesante búsqueda que en muchos casos puede tomar varios años.

Finalmente, y para no hacer aún más largo este escrito, debes tener en cuenta que si tienes la paciencia, disciplina, constancia y dedicación necesarias para comenzar esta búsqueda, esta aventura, podrás hacer un viaje astral. Tan solo confía en tu propio Poder Interior que puede llevarte a alcanzar todo cuanto desees si tan solo permites que así sea.

Un buen día para todos.

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